Tarea de la unidad I
Vamos a imaginar que
somos profesores de ciencias. Mejor aún, que somos jóvenes profesores de
ciencias que nos enfrentamos a una profesión que tiene para nosotros mucho más
futuro que pasado. Lógicamente, nos supondremos también como personas con
inquietudes profesionales, de esas que se hacen preguntas sobre el qué, el para
qué y el cómo de su trabajo. Supongamos que alguien nos hace llegar un
cuestionario con diez preguntas sobre diferentes aspectos de nuestra profesión.
Un cuestionario como el siguiente. De la repuesta que considere mas adecuada en
relación al escenario presentado justificando cada una.
1. ¿Es útil la educación científica?
Si es útil para la educación científica, porque por
medio de ella pueden formularse finalidades de la enseñanza de las ciencias de
carácter útil, conocimiento que pueden ser útil para la vida cotidiana.
2. ¿Es conveniente enseñar la ciencia en
contexto social?
La ciencia es conveniente enseñar la ciencia
en contexto social, porque a través de
la enseñanza de la ciencia en el contexto social debe estar dirigida a
fomentar un hombre que sea capaz de poseer y generar conocimientos que sea
pertinente, audaz y decidido ante los nuevos retos que demanda la sociedad.
Nunca se pueden separar
la ciencia y la sociedad de la educación científica
3.
¿Es conveniente mostrar los aspectos valorativos (éticos, económicos,
políticos) al enseñar
ciencias?
Si, Ciencia, tecnología y valores son, por tanto,
elementos básicos de la propia definición de educación en nuestros tiempos. En
el proceso de enseñanza de las ciencias nos vemos enfrentados de nuevo con lo
políticamente correcto.
Hoy en día muchos docentes de ciencias han oído
hablar del enfoque CTS (Ciencia, Tecnología y Sociedad) y es difícil negar la
razón que este movimiento tiene al conceder gran importancia a los aspectos
valorativos y controvertidos del propio desarrollo de la ciencia.
Debemos tomar en cuenta que no siempre lo que
hacemos cotidianamente al enseñar ciencias concuerda con lo que decimos que es
muy importante en ellas.
4.¿Pueden
resultar motivadores los contenidos científicos para su enseñanza?
: sí. Las ciencias tienen contenidos muy motivadores para su enseñanza. A los
niños siempre le ha fascinado la ciencia y la tecnología.
Por medio de la ciencia descubrimos como
funciona la realidad de la vida en la sociedad.
5.
¿Qué debemos enseñar de la ciencia, los resultados o los procesos que los han
hecho posibles?
De la ciencia debemos enseñar más los procesos que
los resultados. Nuestros alumnos deben ser investigadores, ya que por medio de
la investigación pueden construir su
propio concepto y la teoría científica.
6.
¿Debemos reducir la ciencia y su enseñanza a una serie de conceptos?
No, de lo contrario debemos aumentar
para poder desarrollar las
capacidades relacionadas con el saber hacer y el saber querer..
7.
¿Es posible enseñar ciencias planteando trabajos cooperativos en los que
participen los alumnos?
Creo que sí.
La cooperación, el trabajo en equipo y la participación son las formas en que
se desarrolla realmente la ciencia, así que no tiene mucho sentido que su
enseñanza se separe de su propia naturaleza como práctica social. Los científicos trabajan en equipo en torno
a proyectos de investigación, así que lo lógico sería que en el aula las cosas
fueran parecidas.
8.
¿Es la forma en que aprendimos la ciencia el mejor modo de enseñarla?
. Considero que las ciencias se deben enseñar de un
modo bien distinto a como nosotros mismos las aprendimos.
9.
¿Son adecuados los programas y los libros escolares de las materias
científicas?
Evidentemente, muchos programas y libros de
texto no nos ayudan a hacer mejores nuestras prácticas de enseñanza de las
ciencias. Aunque las ilustraciones han mejorado y están llenos de actividades,
en el fondo los materiales escolares de hoy suelen contener lo mismo que los
tradicionales.
10.
¿Podemos decidir muchas cosas cuando enseñamos ciencias?
:No hay nada que hacer,
no tenemos nada que decidir salvo intentar seguir a flote cumpliendo el
programa con la ayuda de los libros de texto. Muchos docentes están así,
intentando mantenerse a flote contra viento y marea, frente a los distintos
vientos reformistas que apenas les mueven de sus trayectorias y frente a las
mareas de las distintas generaciones de alumnos que cada vez hacen más difícil
eso de flotar en las instituciones escolares. Pero otro mundo es posible. Es
posible intentar desasirse de la rutina de los libros escolares y de la
literalidad de los programas oficiales. Y conviene hacerlo porque, lejos de
mantenernos a flote, esas rutinas y esas literalidades nos lastran. En lugar de
permitirnos navegar nos obligan a permanecer anclados a la tradición
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